La Educación Venezolana y los Retos
ante la Postmodernidad
Elaborado por: Gregorio Colmenarez.
El método científico hizo posible el
surgimiento de las ciencias y su diferenciación con la filosofía y la religión.
Es por ello que la Educación sienta sus bases fundamentales con la aparición del
método científico, legitimando el conocimiento a través de técnicas e
instrumentos proporcionados por el método; gracias a su rigurosidad, veracidad
y confiabilidad, el método permitía romper con la especulación y establecer criterios
homogéneos que expandieron e hicieron posible la universalización del
conocimiento; dejando a un lado los aportes hechos por las culturas
ancestrales. De tal manera que la Educación y su sistema de Enseñanza
Aprendizaje se ancló en una cómoda posición de estabilidad y realidad ficticia
de la verdad, por un conocimiento limitado a las reglas imperantes del método científico.
Actualmente; los cimientos de la Educación Venezolana están
siendo removidos, no sólo por los avances tecnológicos que marcan la pauta por
el amplio horizonte de recursos que se exigen para la nueva Educación
postmodernista, sino porque el método ya no da respuestas eficaces y convincentes
a las inquietudes sociales, ni resuelve la actual crisis de valores, y del
letargo que padecen los ciudadanos de una sociedad incapaz de pensar por sí
misma y de velar por los problemas de su entorno, a nivel político, económico y
por supuesto humanista, de modo que la Educación actual, no le ofrece a los
educandos las herramientas que la Sociedad les exige para vivir en un mundo
globalizado e invadido por una amplia gama de tecnologías.
De aquí que, en los actuales momentos postmodernistas
se requiere de una Educación que promueva un relanzamiento del pensamiento no
científico que incluya a la filosofía y con el propósito de exaltar los avances
alcanzados por la humanidad debido a las revoluciones científicas pero también,
que sea capaz de medir las consecuencias de sus acciones. Se requiere de una
Educación para vivir, para transformar el entorno, y no una Educación que sólo genere
un empleo más u otra pensión por el IVSS. La Nación, pide a gritos el
nacimiento de una ciudadanía que aproveche los recursos que la naturaleza les
brinda pero que sea consciente que ésta es su hábitat y que debe cuidarla.
Ésta nueva calidad de ser humano, debe ser el producto
de la Educación de Vanguardia del actual siglo XXI; En correspondencia con los
recursos y avances, que la tecnología postmodernista ofrece pero que igualmente
exige a las sociedades, la adaptación a dichos avances. He aquí la
trascendencia que se espera de la Educación en función de alcanzar los retos
que el postmodernismo ha impuesto a las sociedades con una magnitud globalizadora;
tal trascendencia no es otra que la de crear una cultura con pensamiento
crítico y transformador, que el sistema pueda desprenderse de las muletas del
método científico y con una visión independentista promueva el cambio
necesario, para ir de la mano con la acelerada sociedad tecnológica en la que
actualmente el ser humano está inmerso.
Del mismo modo, la Postmodernidad exige una Educación
crítica y transformadora, que no se dedique a la transferencia de conocimientos,
sino a la explotación y a la producción de éste; esto significa que haga hasta
lo imposible por alcanzar nuevos horizontes y permear la innovación de la
enseñanza en las aulas y se visualice el cambio en las comunidades; imitando la
respuesta del físico cuando dijo que; “si he logrado lo inimaginable, es porque
me he erguido por encima de los hombros de gigantes como Isaac Newton y Galileo
Galilei. Pues bien, a este respecto; la Educación a la que se hace referencia,
es aquella capaz de proponerse el reto de “erguirse por encima de los grandes
pensadores y filósofos, pero a su vez debe hacerlo también por encima de los
avances tecnológicos, de las imposiciones de la Globalización, de las políticas
Internacionales que conciernen al desarrollo de un país, y por supuesto debe
alcanzar las metas implícitas de una Educación cultural propia de los ciudadanos
que conforman la sociedad Venezolana.
Sin embargo es innegable que el cambio debe darse
inmediatamente en los promotores de la enseñanza, en las aulas y en los
recursos que éste utiliza, es indispensable un cambio radical en las estrategias
y los recursos que la acompañan, debido a que la actualización por si misma no
mejorará el proceso, sino la manera cómo se utilice y apliquen los recursos tecnológicos.
De esta manera se evidencia que las exigencias que el postmodernismo impone van
acompañadas de una serie de herramientas que la Educación debe apropiarse para
no quedarse anclada en el siglo XX, y la palabra clave para resolver la
diferencia entre la exigencia y la tecnología de avanzada aportada por el postmodernismo,
se conoce como Innovación; por lo que en
definitiva, el reto también es para los maestros, los cuales deben erguirse por
encima de la postmodernidad.
De todo lo
expuesto en las líneas anteriores, se puede extraer la raíz y la esencia de
este proceso de adaptación que debe afrontar la Educación, y es que todo radica
en la Cultura y en la Historia de la Sociedad; remontándonos a los principios de
la civilización, el hombre ha estado en una constante búsqueda de la verdad,
del conocimiento y para ese entonces miraba el cielo y recibía al estilo de las
musas, su inspiración y sus ideas de orden Astronómico, que lograba llevar a la
praxis convirtiéndolas en producción de alimentos y otros servicios básicos
como transporte, comunicación, lenguaje escrito, y la vida en colectivo con sus
reglas, de donde nacen las primeras ideas globalizadoras.
Entonces no debe extrañarnos la situación actual,
donde persiste la búsqueda de conocimiento que les brinde a las nuevas
generaciones una mejor vida, resolviendo en el presente los grandes problemas
mundiales, como el hambre, la pérdida de los valores, la crisis energética, las
políticas Neoliberales de orden internacional y además de esto, el conocido
analfabetismo tecnológico en pleno siglo XXI, del que padecen los países latinoamericanos
y Venezuela no escapa de esta realidad.
En este sentido, se puede establecer que la Educación
tiene como reto, “culturizar a la sociedad para un mundo cibernético” e
invadido por medidas postmodernistas, una Educación que salga de las aulas, porque
debe ser para todos los que viven en una comunidad; debido a que es bien sabido
que quien no domine el idioma de la Informática se encontrará anclado en el
siglo XX, imposibilitado para realizar actividades rutinarias, que
anteriormente realizaba sin la intervención de la Informática. La Educación
Venezolana debe erguirse por encima de las barreras que la Informática pueda
imponer y convertirlas en herramientas de desarrollo tecnológico que promuevan
el sector productivo, económico, cultural-humanista, político del país, en
otras palabras, una Educación que afecte positivamente todos los sectores de Venezuela
que lo transformaran en un país con soberanía en todos los ámbitos de la vida.
Después de todo en eso se resume el desarrollo de la humanidad: en “la
Felicidad y en Vivir”, pero realmente Vivir y no existir.